Se plantea la necesidad de construir una capilla de diario en una parroquia existente. Para ello se segrega parte del salón de actos, obteniendo un espacio de unos 100 m2 de superficie. Se presta especial atención a los revestimientos, proyectando un zócalo de madera de arce, que contiene el sagrario y da unidad al conjunto. Todos los elementos de mobiliario, bancos, altar, sede, ambón, etc. fueron diseñados especialmente para esta capilla. La escultura de la Virgen es obra de Juan Luis Vassallo, el Buen Pastor del sagrario y el texto grabado sobre acero inoxidable, son obras de Alberto Guerrero.